martes, 30 de agosto de 2011

De: Mercedes de Jesús Diazgranados Mejía





Hola; 
Como les parece que me picó el gusanito de la política... Les voy a contar.

Al principio de la semana pasada; lunes o martes, salía para el éxito a comprar unas cositas que me estaban haciendo falta. Cuando  iba a abrir la puerta, justo tocaron el timbre.
Era un joven, alto él que con una sonrisa de oreja a oreja. Me saludó muy formal y me dijo que quería hacerme una invitación. Me sorprendí de verdad, pero su amabilidad calmó mi asombro; me entregó una tarjeta como esas de invitación a fiestas de matrimonios, muy elegante. Me dijo el joven que era la invitación al lanzamiento de la campaña a la Alcaldía del candidato Iván Alonso Montoya.

-Otro foforro con tacos de pólvora y de carros, porque cierran las calles para sus fiesticas- pensé, pero con esa amabilidad de muchacho quien dice nada. Le di las gracias y  cerré la puerta, pero primero puse la tarjeta en la mesita del recibidor y me fui por las cositas al éxito.
Cuando volví, ya Esther tenía la tarjeta en la mano y estaba leyendo en voz alta: Iván Alonso alcalde. Autoridades Indígenas de Colombia. etc. etc. Se veía radiante. ¿Y que mosca te picó pues ole?- Le pregunté -  ¡Cuál mosca boba!;  ¡Mirá la invitación  tan elegante que nos mandaron!  ¿Y? - Le pregunté alzando los hombros - ¿Qué tiene de especial esa invitación a otro despelote del tránsito, por culpa de esos sinvergüenzas que cierran las poquitas calles que hay para hacer sus porquerías de espectáculos en que engañan a los pobres electores, llevándolos casi a la brava a que se coman cualquier porquería y a emborracharse, mientras otros les toman los datos de sus cédulas para obligarlos a votar por ellos y si acaso les rifan una plancha, una olla para que sigan de esclavas en la cocina o un tarro plástico dizque térmico para agua? ¡Valiente gracia!  ¡Ay mija!- me dice Esther, levantando las espesas cejas- ¡Usted es que no conoce a ese muchacho! Ahora la que levantó las cejas fui yo... Vení te cuento - Me dijo - . 
¡Imagináte Merce que ese muchacho nació en San Isidro, el Hoyo de la Cría que llamaban, por La Doctora; es uno de los hijos de Blanca Aurora y Tulio "Miruz" y desde muy niño le tocó ponerse a trabajar para pagarse sus estudios y hasta doctorado de la Universidad de Navarra en España tiene hoy por hoy! ¡Ese muchacho es la decencia en pasta! ¡Y mirá la tarjeta; mirá lo que dice: Dónde: Centro de convenciones Aves María. ¿Vos crees que ese muchacho se va a poner a cerrar calles, cuando en su campaña habla de movilidad y cultura? Es en el Centro de convenciones y seguro que va a hacer algo diferente a lo que hacen los otros. ¿Vamos? Es el Viernes por la noche; a las 7 y es aquí cerquita... Voy a pensarlo - Le dije sin muchos ánimos - 

El Jueves por la tarde me dijo otra vez: ¿Entonces qué pues; vamos o me voy sola? Mire que es un buen muchacho y usted ha estado muy brava con ese alcalde que tenemos y con la señora esa que quiere montar a reemplazarlo. Yo hace rato me decidí por él, pero como usted reniega tanto de los políticos, por eso no le había dicho nada. Pero este muchacho Iván alonso es muy bueno, imagináte que ha sido Secretario de Educación dos veces, además de rector y profesor de muchos colegios y muy buenos y hasta hace poco estuvo de Director Administrativo del Programa ese para la salud y la nutrición de los niños del que te he hablado; MANÁ y lo va poner aquí también  para todos esos niños de las veredas sobre todo. ¡Te aseguro vos que es un buen muchacho!

El Viernes a medio día veo a Esther sacando ropa del Escaparate y montando pintas con otras frente al espejo grande que tiene una de las puertas...No me dijo nada, pero me miró inquisitivamente.  Dejáte hago una vueltica y te digo - Le dije - Voy al banco y vuelvo y te digo si sí o no. 
Si le digo que no quien se la aguanta después contando esto y aquello - pensé - Llegué al banco ahí en el 5º piso del centro comercial y había un montón de muchachos con camisetas blancas y azules suba y baje las escalas con sillas y más sillas, cajones muy pesados, flores y muchas otras cosas.  Al que si no esperaba encontrarme ahí haciendo guardia fue al Alcalde y a otros señores creo que de los de monarca. Hice mi vuelta y regresé rápido sin voltear a mirar a esa gente siquiera; ¡que pereza! 

Cuando llegué a la casa le conté a Esther y toda cavilosa me dijo: ¡Quien sabe qué estarán tramando esos allá! ¡Ahora se le tiran la fiestica al pobre muchacho con la envidia que le tienen! ¡Vos si sos malpensada Esther por Dios y María Auxiliadora! - le dije- ¿Cómo se te ocurre semejante cosa? ¿Y si a lo mejor están ahí es supervisando que todo le salga bien a "tu muchacho"? ¿Quién quita que el señor Alcalde y ese otro señor y los demás estaban era dándole garantías a tu candidato? ¿Sabés qué? Me tenés tan intrigada con tu historia del buen muchacho de San Isidro, que me voy a ir con vos nada más que a ver como se emborrachan allá y engañan a tanto bobo interesado que hay aquí. Voy a dar otra vuelta por esos lados y a las 6 vengo por vos.

Cuando llegué a las 6y 5, ya estaba caminando para allá y para acá, de la puerta al solar desde hacía rato -  me dijo -   y ya se iba a ir sola. En un momento me colgué un chal, tomé el paraguas por si llovía y -¡Camine pues a ver cuál es la diferencia de su muchacho de San Isidro! - 

Llegamos al centro comercial, subimos por las escalas al 5º piso y ya no estaba el señor Alcalde; un río de gente se metía al centro de convenciones. Entramos a la sala con dificultad, mucha gente si había. La música se oía poco porque la acústica del lugar es bien mala. Al fin  encontramos dos sillas disponibles por la mitad del recinto al lado izquierdo. Al fondo una pantalla trasmitía en vivo la escena desde la tarima en que estaba la Orquesta. Homenaje a Benny Goodman, tocaba la orquesta. Malo el sonido... Luego, iniciaron con el tema de la Pantera Rosa y por la mitad de la pieza musical, se levanta un bullicio de aplausos y vivas. Llegó Iván Alonso me dijo Esther y se levantó. Casi se sube a la silla, pero no la dejé- ¡Qué vergüenza! - 

No pudimos ver nada, porque el candidato es más bien bajito de estatura, pero el remolino de gente que se movía, nos indicaba por donde iba. También en la pantalla que retrasmitía se iba viendo como saludaba a unos y otros con amabilidad. Se veía sereno. En esas, vibró mi celular y alcancé a sentirlo en medio de ese gentío. Era mi sobrino; me preguntó que en donde estábamos y le conté. Se alegró mucho y me dijo que el también lo estaba viendo por internet; por Facebook lo estaban retrasmitiendo para todo el que estuviera conectado. ¡Qué descreste la tecnología! Qué maravilla que ya aquí también sepan utilizar de tan útil manera los medios de comunicación de última generación.

Para no alargarme más y volverme cansona de pronto, les cuento que quedé impresionada con el acto; sencillo, emotivo, tranquilo. Nada de licor, nada de rifitas insulsas, el candidato sobrio, serio, ejecutivo...¡Me está gustando!

Después les cuento más.

De:
Mercedes de Jesús Diazgranados Mejía

2 comentarios:

  1. Gracias bloguer caza; quedé muy bien en la foto. Esa señora Mercedes maneja su cuento muy bueno. Me preocupan un poco que nos asocien por las fotos. Debés tener cuidado con eso.

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  2. A veces es bueno compartir espacios con políticos que hacen la diferencia.

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